miércoles, 11 de noviembre de 2009

Tu abuelita en bicicleta.

Hace poquito me acordé de una de las tantas cosas que me suceden debido a que seguramente fui concebida sin amor. El punto es que, al parecer, sólo le resulto atractiva a fenómenos, enfermos mentales, abuelitos, nerds, frikis, psicópatas (sobre todo psicopatas, y ni siquiera de los sexys, mas bien de esos con lentes de poto de botella, que coleccionan fotos de una en la pared y se excitan cuando ven mechones de pelo de la víctima) ñoños y uno que otro marciano.
En los tiempos en que era una niña inocente, de pelo largo y frondoso, lentes de abuela y cejas de mono, un tipo con pinta de cartero me dirigió la palabra:
"Hola" me dijo él
"¿Quién es este?" pensé yo; pero como soy una mentecata gaznápira zopenca de primera, segunda, tercera y cuarta...le respondí.
Asi que "Hola" le dije yo. Y seguí caminando.
Pero como dos semanas después, el mismo individuo se me acerca. "Hola" dice él nuevamente. Me avispo (aunque me haya demorado dos semanas en hacerlo) y no le respondo. "Perdóname" Sigue él. "Es que la otra vez te confundí con alguien más".
"Eeehhh..." No se me ocurre que responder.
"¿Como te llamas?" Insiste él.
"Ev-...Eva"  Respondo. Como tan tonta.
"César" Responde él a una pregunta que nadie hizo, y me da un beso babeado en la mejilla.
Asi que como que me traté de arrancar, osea seguí caminando. Y el me siguió casi todo el camino hasta mi casa, y lo hubiera aguantado si no hubiera sido porque inesperadamente, indeseablemente y desubicadamente me abraza.
¡ME ABRAZA!
Ahí casi me da el ataque, pero me paralicé.
"Perdoname" Se excusa él. "Es que soy un poco cariñoso" Y ahí me di cuenta de que era un violador psicomaniático en potencia además de su pinta de cartero cesante.
Me siguió preguntando cosas y respondiendo preguntas que nadie le hacía, hasta que por fin se fue, así no más.
Todavía me lo encuentro en el súper.
Y en el paradero.
Y en la esquina del colegio.
Y en la micro, donde una vez se subio un señor con evidentes problemas mentales, a cantar una canción que no se entendía porque pronunciaba mal...y todo bien, ningún problema, hasta que me empezó a cantar a mi.
Todos en la micro escondían la cara para que no me diera cuenta de que se estaban riendo.
Después él se bajo y me dibujó un corazón en el polvo de la micro afuera de mi ventana.
Que romántico.
También, caminando por la plaza, un...en realidad no sé si era humano. Se parecía al tipo de Miranda en el video de El Profe, me estuvo siguiendo por todas partes, hasta que parece que reunió el valor para hablarme, y no encontró nada mejor que decirme "Estai bien buena, preciosa" con sus artimañanas cancheras más potentes y secretas. Quedé loca.
Me han pasado varias cosas más, algunas chistosas, otras no tanto, aunque reprimí la mayoría para cuidar mi salud mental.

Igual los amo, mi mini fanclub maniaco-acosador.


Saludos a mi Xavier :D (L) que se va a operar sus ojitos de rata. Ojalá no se le revienten.


Tips:
* Eva fue víctima de un intento de violación una vez, asi que no todos los acosos son chistosos. Acuérdense de eso, niños.
* De cada 10 personas, 5 son la mitad.
* Xavier no tiene ojos de rata.
* Quiero mucho a Xavier

domingo, 1 de noviembre de 2009

Halloween

Si los weones volaran...pasaría nublado. Tan sabia la frase de mi papá :3

Yo creía que habia escapado de Halloween y de los papás creyendo que vuelven a ser jóvenes metiendo a su hijo en un disfraz mal hecho de algún superehéroe homosexual o a su hijita en un traje de princesas Disney en vez de vestirla de algún mono feo como debería ser. (Yo se que voy a hacer lo mismo cuando grande, pero me burlo ahora que puedo.)

La cosa es que como llegué el sábado en la tarde de un campamento con el colegio (en el que yo y mi amiga fuimos a la únicas, de todos los que habían bebido, a las que pillaron los profesores) molida, quemada y sucia, no atiné a otra cosa que acostarme, por lo que dormí como 18 horas, saltándome exitosamente toda la jornada de estupidez mundial.

Desperté feliz, radiante, contenta. Todo iba bien, hasta que se me ocurrió salír al supermercado a comprar comida. Me paseaba por los almacenes del barrio buscando toallas higiénicas, que no compre en el súper porque no me alcanzó el dinero y las devolví cuando las iba a pagar, y todos en la fila me miraban feo, incluso la gorda flaite que había de cajera, asi que me fui no mas... y ocurrió lo inevitable, lo escrito por el destino, lo designado por Dios. Mi mala cuea me pasó la cuenta.

Detalladamente, esto fué lo que sucedió: desde la esquina, vi a una niña asomarse y esconderse al verme. Yo pensé que se asustó de mi cara de tonta no más.
El segundo detalle extraño fue el de un niño en cunclillas aparentemente grabando un árbol, lo que me pareció bastante imbécil, a decir verdad. Sólo se me ocurrió que debería tener algun problema de retraso mental como todos los que viven por aqui cerca.
Y el tercer detalle fue que, al llegar a la esquina, había otro niño con cámara, pero este tenía una actitud un poco más sospechosa: se sonreía.

Todo pasó muy rápido. De un momento a otro escuché un grito de pajarraco paleolítico y vi a un tipo salir de una caja grande envuelta en papel de regalo que estaba en el suelo. No me asusté, pero igual se rieron de la cara que debo haber puesto.
Después seguí de largo, me tropecé con un hoyo escondido en el pasto y escuché como se reian a mi espalda.

¡Mátense!
Los amo :3